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viernes, octubre 15, 2010











Mi mesa esquizofrénica.

Dr. A. Jimeno Valdés.

Introducción.

En la primera mitad del siglo pasado estuvo de moda el estudio de las producciones artísticas de los enfermos mentales. Asimismo muchos artistas, parecían imitar a  los enfermos.  Sobre las relaciones entre unos y otros se escribieron multitud de trabajos y eminentes psiquiatras como Prinzhorn en Alemania,  Volmat en Francia y Rodríguez Lafora en España,  estudiaron y crearon magnificas colecciones del "arte", sobre todo pictórico, de sus pacientes. Yo mismo publiqué en los años 50 algún trabajo sobre este tema. 
  Por lo demás es posible incluso que bajo estas influencias tanto el nacismo como el estalinismo persiguieran estos estilos bajo la calificación de arte degenerado. Hoy día puede considerarse casi como clásico.  Posteriormente el énfasis asistencial en la recuperación  rápida de los pacientes hacia  la "normalidad" y también la eficacia de los nuevos medicamentos, disminuyeron tanto el interés como la "producción" de estas obras.
Sin embargo las producciones lingüísticas, pictóricas o musicales de los pacientes, especialmente esquizofrénicos, no dejan de ser "cristalizaciones materiales  de su actividad", y por ello de los defectos patológicos -  hoy explicados como cognitivos -  de las mismas y bien merece la pena  su investigación.
            Abordo este tema porque  tengo en mi poder una verdadera joya  de arte psicopatológico que me regaló la paciente que la inspiró. Se trata de una mesa y ruego que el lector vaya contemplando con atención las ilustraciones  de la misma que acompañan este artículo.
 
La paciente.
Mas relataré en primer lugar brevemente su historia clínica, que por lo demás es muy típica y frecuente en nuestros pacientes de la unidad de hospitalización breve del Hospital Clínico Universitario de Valladolid en estos últimos años.
Se trata de una mujer de origen rural sin antecedentes familiares y con un desarrollo psíquico y social normal hasta la adolescencia cuando comienza a fumar cannabis, adopta ideologías pacifistas y  vegetarianas al uso, ocasionalmente con anorexia y desorganiza gravemente  sus hábitos sociales. Tiene un hijo a los 17 años casándose con el padre del mismo de quien se separó al año siguiente. En los años siguientes continúa su vida desorganizada y consumo de tóxicos, pero no por vía intravenosa. Consigue sin embargo realizar una carrera de titulación media   y  cumplir relativamente bien un tiempo en  un trabajo estable en su profesión. En estos años continua en tratamiento ambulatorio, toma irregularmente la medicación y precisa también ingresar varias veces. Posteriormente tiene que ser incapacitada laboralmente.  Es diagnosticada de esquizofrenia alucinatorio paranoide y consumo de tóxicos. Su primer contacto conmigo fue a sus 34 años permaneciendo en  mi tratamiento ininterrumpidamente durante   11 años. Presentó varios episodios agudos con cuadros también graves  catatoniformes y de agitación,  que precisaron ingresos, mas en este tiempo establece pareja estable con un hombre, magnifico ebanista, de carácter tranquilo y responsable  y que cuida perfectamente de la paciente aunque ella  sigue consumiendo porros con frecuencia. Tienen  dos hijas que cuidan con admirable cariño, también la paciente, que nos sorprende por los largos años de lactancia y por llevar a las sonrientes y bien cuidadas niñas en brazos aun siendo ya muy mayorcitas.   Establecen conmigo muy buena relación y en prueba de agradecimiento me regalan varias cajitas de escritorio y otras obras menores de ebanistería  hasta que un día me ofrecen la mesa  a que se refieren estas líneas. La decoración está totalmente dirigida por la paciente pero  realizada por los dos.

La mesa.
Se trata de una mesa de 82 cm. de alto, 89 de largo y 38 de ancho en madera, parece, de castaño, y de factura general normal y que podría ser adecuada para colocar en un recibidor adosada a la pared. Tiene dos cajones y el frente de ambos y toda  la superficie superior   está profusamente y admirablemente  adornada con trabajo de taracea de hueso realizada con gran cuidado. Obsérvese en las fotografías el aspecto de conjunto y de detalles.
Se observan la mayor parte de las características descritas para el arte "psicótico" .
-         La tendencia a la ocupación total del espacio disponible. Todas las superficies indicadas están "llenas" de los dibujos que forman las taraceas.
-         La desorganización del conjunto, que efectivamente no muestra una pauta  general reconocible.
-         La repetición estereotipada de los motivos. Veasé la curiosísima repetición de un dibujo estilizado  de un perfil de pájaro que se repite a diversas escalas utilizándose  a veces los mismos trazos para   completar diversas figuras.
-         La tendencia al llamado "geometrismo mórbido". Es decir la estilización de las formas en aproximación a figuras geométricas, si bien este rasgo no es el más acusado en este caso.
-         La tendencia a la simbolización. Podemos observarla en las tiernas figuras de una familia, niños, pajaritos, muebles en diversas  y desorganizadas posiciones  y formas vegetales. Todo ello a diversas escalas, algunas muy pequeñas  y que quizás no pueden observarse bien en las reproducciones que ofrecemos.

Comentarios.
-         Podría en primer lugar discutirse el diagnóstico. El consumo de tóxicos, el aparente escaso defecto, y la estabilización de la conducta, especialmente la afectiva, justificaría un diagnóstico  meramente de psicosis tóxica. Las posibles dudas e  investigaciones  de estos cuadros tan frecuentes hoy día, me  han ocupado, a mí y mis colaboradores, durante años. Bajo el modelo doctrinal de "vulnerabilidad estress" y de "la psicosis unitaria"  he llegado  a la conclusión de que se trata de lo mismo; es decir, del mismo síndrome psicopatológico "defectual-psicótico".  Dentro de la inmensa complejidad del problema de las psicosis, existen infinitas formas distintas y no es siempre cierto que exista un "embotamiento afectivo" generalizado. Se presenta como en este caso respecto  algunos aspectos, como la despreocupación respecto el futuro, el desinterés en la planificación cotidiana, o en la vestimenta etc, manteniéndose o incluso mejorando el interés y afecto familiar tanto hacia la pareja como respecto a los hijos. Ya hemos dicho que pocas veces he visto niños, niñas,  tan felices y bien cuidadas en lo esencial (los afectos) como en esta familia.

-         Este caso presenta también una interesante "solución" de convivencia de pareja tal como he descrito en otro lugar. Precisamente el "defecto" de la paciente condiciona que ella no se inmiscuya en la exigencia, planificación y ejecución de  tareas cotidianas y necesarias que quedan bajo la exclusiva competencia del marido con lo cual se imposibilitan discusiones sobre estos temas, como frecuentemente se dan en matrimonios "normales". Se trata de la combinación de marido "cuidador" y de "paciente pasiva". Condición necesaria, naturalmente, es la ausencia de conductas violentas en ambos. El carácter pacífico y no solo pacifista de la paciente lo permite.

-         Respecto las relaciones entre la creatividad artística y la psicosis avanzada es fácil también expresar mi opinión. El enfermo no puede crear de otra manera. La enfermedad condiciona siempre pérdida de capacidades; en suma pérdida de libertad. El artista sano, en cambio puede imitar - en libertad -  al psicótico y si estas formas se ponen de moda como un estilo de época puede parecer que el enfermo es un gran creador al ser su producción aceptada o ensalzada. Si el estilo cambia, la creatividad del enfermo cesa; puesto que la belleza, en suma, es meramente la coincidencia de una forma real ( natural o artificial)  respecto el ideal predominante en determinada época histórica, grupo social etc.

-         Por último diré que la mesa no está a la venta, ni es visible en alguna exposición o lugar público, pero si alguien  justificadamente tiene un gran interés en verla puede hacerlo en mi casa previo aviso.

Agustín Jimeno Valdés.
Ex Profesor titular de Psiquiatría.

jueves, octubre 14, 2010

sábado, septiembre 30, 2006


Arte y esquizofrenia.1965.Leo Navratil, psiquiatra austriaco 1921-2006;en junio inauguraron en el antiguo psiquiátrico de Gugging el nuevo museo "Gugging-Art Brut" con más de 400 lienzos de enfermos mentales. Mentor de artistas( Los artistas de Gugging), dedicó su vida a la facilitación de la expresión artística de los enfermos recluidos, con lo que consiguieron salir de las paredes del hospital no solo los cuadros, también ellos mismos.Julieta Rudich publica en Necrológicas del Pais del 30/9/2006 con comentarios más amplios que los aquí expresados.
Nos preguntamos : ¿Los locos son artistas o los artistas estan locos?. La respuesta será compleja pero quizás no tanto.Posiblemente ambos tengan íntegras las habilidades creativas y al menos en este aspecto concreto el artista y el loco estan cuerdos y muy cuerdos.
Pondré un enlace a "La mesa esquizofrénica" dirigida y pensada por una psicótica.
Citaré y enlazaré a Carmen López León, psiquiatra con un taller plástico para facilitar la expresión de enfermos mentales en el Levante Mediterraneo (Denia-Alicante-España). Posiblemente haya otros talleres y museos, pero el mundo es muy grande para mi. Quien pueda aportar más será bien recibido...gracias.
Enlazaré un bonito blog muy bien documentado con Wikipedia:La nave de los locos; describe cosas duras y personajes famosos con cuadros que acabaron en la Tate Gallery...naveguen...
Una tesis doctoral al respecto de 2005 (68 megas en pdf:Academia de Bellas Artes.UCMadrid).
Arte en el Psiquiátrico:Unos cuadros aparecidos en el Mundo del 31/3/2007;una pequeña muestra del arte danés en el psiquiátrico de...